Según una noticia publicada en la revista americana SC Magazine, el número de accesos ilícitos a información sanitaria está creciendo y una gran parte de las violaciones de la seguridad y la confidencialidad proceden de empleados curiosos a los que les gusta mirar los datos médicos de sus compañeros, parientes o amigos ¡Aunque tampoco faltan los que lo hacen con vistas a perpetrar suplantaciones de identidad! ¡El enemigo sigue estando dentro, ya sea un gato curioso o un zorro ladrón!
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