martes, 15 de septiembre de 2009

¿No estamos tan mal?

Hace unos días leía la siguiente noticia: "Historías clínicas volando por la calle". Los papeles que flotaban entre setos y árboles, pavimentaban las aceras y servían de entretenimiento a los niños que jugaban al fútbol, contenían datos personales de miles de pacientes entre los que se encontraban resultados de pruebas clínicas, incluyendo tests positivos de HIV.
Pero no, no se preocupen, los árboles de las calles puede que fueran cactus y los niños jugaban al fútbol... americano, porque esto no sucedía en ninguna ciudad española sino en Mesquite, población del Norte de Texas.
Al reflexionar sobre este caso me decía que quizás en España no estemos tan mal porque aquí, cuando hemos decidido deshacernos de historias clínicas en muchos centros sanitarios, al menos hemos tenido el detalle de meterlas en bolsas de basura y tirarlas a un contenedor... o, bueno, colocarlas al lado del mismo.
También es verdad que últimamente han aparecido historias clínicas entre los escombros de edificios derruidos en distintos puntos de la península, pero, al menos, las ruinas tenían la virtud de sujetar las documentos entre sus piedras para que no salieran volando como en Texas. ¡Pobres texanos! ¡No tener siquiera un edificio derrumbado que sujetara los papeles!
Esta introducción un poco jocosa me sirve para iniciar una reflexión con algunas preguntas: ¿las medidas de seguridad técnicas y organizativas aplicadas en nuestros centros sanitarios han conseguido eliminar o, al menos, reducir significativamente el riesgo de que las historías clínicas vuelen por nuestras calles? ¿sigue siendo la seguridad la cenicienta en las inversiones tecnológicas en nuestra sanidad? ¿se ha avanzado en la concienciación de nuestros directivos sanitarios en esta materia? ¿los profesionales de la salud son conscientes de los riesgos a los que está sometida una información tan sensible como los datos de salud de sus pacientes?
Porque tengo la impresión de que hay muchos "papeles virtuales" volando por nuestras calles en miles de portátiles de profesionales sanitarios, con información no disociada de pacientes, sin cifrar, al alcance de cualquiera. Y las estadísticas dicen que se pierden 600.000 ordenadores portátiles al año solo en los aeropuertos de Estados Unidos. Pero, claro, de nuevo, esto solo pasa en América...

1 comentario:

  1. Queda mucho camino que andar en concienciación y sensibilización.

    Lo que hasta en texas tienen muy claro es que no encontrarán por la calle los datos de sus datos económicos porque su entidad bancaria los ha tirado a la basura. Hace años que hasta en nuestro país, los empleados de banca saben como tratar los datos de sus clientes. Impensable que una entidad bancaria cometa imprudecias de esa índole (y no es que los bancos esten exentos de infraciones, que tambien las cometen), pero desde luego, no ponen en la puerta los papeles de sus clientes, al menos, no conozco ningún caso.

    ¿Cual es la diferencia entonces?, ¿Cambio Cultural? o ¿simplemente información, concienciación y sensibilización al respecto entre los profesionales de los centros sanitarios, y sobre todo de sus directivos?

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